
El templo de los Frescos es la mayor y más prominente construcción de Tulum, llamado El Castillo, que además de sus funciones ceremoniales cumplía la de faro, permitiendo a los navegantes mayas sortear los peligros del segundo arrecife de coral más largo del mundo. Las naves navegaban por mar abierto en paralelo al arrecife de coral y cuando veían las luces provenientes de "El Castillo", sabían el momento para tomar el canal que dividía al arrecife.