Exif info
    • error: Search failed due to error: Permission denied (error #2)
    • JFIFVersion: 1.02
    • Resolution Unit: inches
    • X-Resolution: 72 dpi
    • Y-Resolution: 72 dpi
    • Compression: JPEG (old-style)
    • Make: Canon
    • Model: Canon EOS 60D
    • error: Search failed due to error: Permission denied (error #2)

Panzón de Jueves Corpus Christi -Puebla - México

if you interested in this image please contact me. This image may not be used in any way without prior permission © All rights reserved "mulas" y "panzones" tradicionales de la celebración del Corpus Christi, en la cual según algunos historiadores, los hacendados acudían con sus mulas cargadas de alimentos producto de la primera cosecha del año para ofrecerlas como diezmo a la iglesia. En la zona de El Parián, lo mismo convivieron “mulas” que “lolas”; las primeras para conmemorar el día de Corpus Christi en el que rancheros y pueblerinos venían a la Catedral para ofrecer sus primeras cosechas, y las otras para rememorar la ocasión en que la cirquera Catalina de Urgel visitó la ciudad de Puebla y tras conquistar al público con sus malabares, provocó que un artesano comenzara a fabricar esa muñeca regordeta, de cabello corto, negro y de maquillaje recargado. La antigua calle del Mesón, hoy 6 Norte esquina con 6 Oriente, se llenó este jueves de las mulitas, los panzones, dulces tradicionales y juguetes, además del amplio corredor gastronómico del que sobresalieron las chalupas. Pese a que entre las piezas tradicionales se cuelan objetos importados, todavía es posible ver a una veintena de puestos que ofrecieron las mulas de diversos materiales –de palma, cartón y yeso–, que se mezclaban con las “Lolas” y los panzones, éstos últimos como una burla de los hacendados. El jueves de Corpus, como comúnmente se le llama, llegó a América como una de las principales formas de evangelización, pues fue la integración de los indígenas al catolicismo sin que se dieran cuenta, ya que lo realizan a través del lenguaje artístico. Así, más que en una fiesta litúrgica se convirtió en una expresión popular que hacía referencia al desfile que realizaban por la ciudad cientos de rancheros y pueblerinos que venían a ofrecer sus primicias; es decir, los diezmos, jalando a sus mulas, que estaban cargadas con las semillas y frutos de sus primeras cosechas. La celebración era una de las más grandes en la Puebla de los siglos XVI y XVII, ya que en el primer cuadro de la ciudad y a un costado de la catedral se hacía una procesión solemne que era protagonizada por un dragón chino que cargaba una tarasca –un cuchillo español–, que significaba el mal y el pecado. Atrás venía la escultura de la muerte, la cual era considerada la reina del mundo, y recordaba a los fieles su naturaleza efímera. Acompañando a la procesión venían los hombres engalanados y cargados de dinero, el cual dejarían a la iglesia como parte de su diezmo, el cual incluía también costales de maíz y frijol, productos de las primeras cosechas. A partir de la promulgación en 1857 de las Leyes de Reforma, que fueron expedidas por Benito Juárez y en las que se impedía la celebración de esa y otras fiestas religiosas, la procesión del jueves de Corpus dejó de conmemorarse. Por ello, la gente del pueblo trató de conservar la festividad de una manera simbólica, y para no olvidarla empezaron con la fabricación de mulas hechas en tule, madera, palma y cartón. Los panzones, de reciente introducción, satirizan la pugna entre los ricos hacendados y los campesinos, pues encarnan el poder ejercido sobre los más débiles. Fue a finales del siglo XIX cuando se incorporó a la tradición otro de los personajes que se venden en las calles que circundan a la plazuela de El Parián: las muñecas de cartón, que tienen un olor característico, el pegamento de cola. Como ya se dijo, éstas se comenzaron a realizar como un homenaje a la cirquera Catalina de Urgel, quien como parte del circo Orrin, del empresario Ricardo Bell, visitó la ciudad de Puebla. Se sabe que a la gente le gustaron tanto sus acrobacias que empezaron a fabricar las muñecas regordetas vestidas con un leotardo. Ahora, en la fiesta que se realiza en el centro de la Angelópolis, los puestos que ofrecen tanto a las muñecas como a los panzones se complementan con coloridos caballitos de madera Por : Paula Carrizosa FUENTE: www.lajornadadeoriente.com.mx/noticia/puebla/durante-el-j...

  • Etiquetado: